Cuando pensabas que no te miraba, vi cómo colgabas mi primer dibujo en la nevera e inmediatamente quise hacer otro.
Cuando pensabas que no te miraba, vi cómo alimentabas a un gato perdido y aprendí que es bueno portarse bien con los animales.
Cuando pensabas que no te miraba, vi como hacías mi pastel favorito y aprendí que las pequeñas cosas pueden ser las más especiales.
Cuando pensabas que no te miraba, vi cómo preparabas comida y se la llevabas a una amiga enferma y aprendí que tenemos que tenemos que ayudarnos los unos a los otros.
Cuando pensabas que no te miraba, vi cómo ofrecías tu dinero y tu tiempo para ayudar a gente que no tenía nada y aprendí que los que tienen algo deben compartir con los que carecen de todo.
Cuando pensabas que no te miraba, vi como me dabas un beso de buenas noches y me sentí querido y seguro.
Cuando pensabas que no te miraba, vi cómo cuidabas de la casa y de los que vivimos en ella y aprendí que tenemos que cuidar de lo que se nos da.
Cuando pensabas que no te miraba, vi cómo asumías tus responsabilidades, incluso cuando no te encontrabas bien, y aprendí que cuando fuera mayor, sería responsable.
Cuando pensabas que no te miraba, vi lágrimas en tus ojos y aprendí que a veces las cosas duelen, pero que se puede llorar.
Cuando pensabas que no te miraba, vi cómo te preocupabas por mí y quise llegar a ser todo lo que pudiera ser.
Cuando pensabas que no te miraba, aprendí la mayoría de las lecciones que necesito para ser una persona buena y de provecho cuando crezca.
Cuando pensabas que no te miraba, lo hacía y quería decirte “ gracias por todas las cosas que vi cuando pensabas que no te miraba”.
“Cuando pensabas que no te miraba”
Mary Rita Schilke Korzan
Cortesía de Isabel Ávila (mamá de Laura y Ángel, ex-alumnos de la escuela)
jueves, 10 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario